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Estic agregat a un grup de Facebook que sota la denominació de “págame mi actuación y no me cuentes tu vida” denuncia la situació laboral dels músics. L’últim post de l’administrador són dos correus electrònics en què sota una oferta laboral que ofèn a qui la rep, aquest contesta de manera irònica.
Transcric els dos missatges:
Correu oferta
“Junto con saludarte, te cuento que somos un local nuevo y pequeño dedicado al rubro gastronómico con interés en la música y su difusión. Te queremos ofrecer nuestro espacio para que promuevas tu trabajo y tus cd’s a través de tu música y tu bajo, eso si más bien smooth jazz y música ambiental y suave para que la gente pueda a la vez comer... siempre manejamos una muy buena cantidad de público con los cuales podrás promover tu música. Si luego de algunas visitas vemos que la acogida es buena estamos en condiciones de ofrecerte un arreglo económico muy atractivo para que vengas cada cierto tiempo a nuestro local a deleitar nuestros oídos...”
Correu resposta
“Junto con saludarte ,te cuento que soy un músico experimentado con una casa muy grande con gran interés en las artes culinarias y su difusión. Te quiero ofrecer mi espacio para que promuevas tu trabajo y tu restaurante a través de tus platos, eso sí, más bien cocktail y platos livianos para que mis invitados puedan escuchar música en mi casa... siempre tengo una buena cantidad de invitados con los cuales podrás promover tu comida y tu restaurante. Si luego de algunas visitas veo que la acogida es buena estoy en condiciones de ofrecerte un arreglo económico para que vengas cada cierto tiempo a mi casa para deleitar nuestros paladares...”
Deixant de costat la resposta, que em sembla ben estructurada i sarcàstica, darrera s’amaga una gran realitat: tothom entén que per menjar qualsevol cosa a qualsevol lloc s’ha de pagar però no és el mateix si a qualsevol lloc et fan pagar per escoltar qualsevol cosa. I el més sorprenent de tot, moltes vegades ens veiem obligats a pagar per mal menjar i ens neguem a pagar per sortir ben escoltats. I això no passa només en restaurants; és extensiu a bars, locals i altres guarides que programen música.
Músics que toquen a canvi de sopar i begudes, de 60 euros per tota l’estona de feina o segons com vagi la taquilla de la nit, que sempre ha estat més fluixa del que aparentava. Instrumentistes que ni són assegurats ni disposen de contracte de cap mena. Joves que es volen obrir pas en el món de la música i són explotats en concursos i festivals on actuen gratuïtament sota pretext de qualsevol promoció posterior del seu treball. I sempre sota una seguretat nul·la de tornar a treballar demà.
El problema és profund: ¿per quan el treball de músic serà considerat una professió en aquest país com la d’un metge, un electricista o un advocat? Queda molt camí per recórrer, molta tasca informativa a realitzar, molts hàbits a canviar.
Però per què això canviï, el primer que ha de succeir és que els músics es facin valorar. La contestació inclosa en aquest mail va en la línia correcta. Fins que el col·lectiu no deixi de costat disputes internes, guerres de preus i l’acceptació d’ofertes denigrants, els altres aniran fent.
Els músics a ben segur no aplaudirien una frase com la de “tu que ets cuiner, i vens al casament, per què no cuines una estona per tots nosaltres”. No els hi fem a ells, ens hi va molt més què quatre notes posades en un pentagrama de forma més o menys correcta; ens hi va part de la nostra cultura.
Salut
Me agregué a un grupo del Facebook que bajo el nombre de “págame mi actuación y no me cuentes tu vida” denuncia la situaicón laboral de los músicos. El último post del administrador son dos correos electronicos cruzados en los cuales baho una oferta laboral que ofende a quien la recibe, este contesta de forma irónica.
Transcripción de los dos correos:
Correo con la oferta:
“Junto con saludarte, te cuento que somos un local nuevo y pequeño dedicado al rubro gastronómico con interés en la música y su difusión. Te queremos ofrecer nuestro espacio para que promuevas tu trabajo y tus cd’s a través de tu música y tu bajo, eso si más bien smooth jazz y música ambiental y suave para que la gente pueda a la vez comer... siempre manejamos una muy buena cantidad de público con los cuales podrás promover tu música. Si luego de algunas visitas vemos que la acogida es buena estamos en condiciones de ofrecerte un arreglo económico muy atractivo para que vengas cada cierto tiempo a nuestro local a deleitar nuestros oídos...”
Correu respuesta
“Junto con saludarte ,te cuento que soy un músico experimentado con una casa muy grande con gran interés en las artes culinarias y su difusión. Te quiero ofrecer mi espacio para que promuevas tu trabajo y tu restaurante a través de tus platos, eso sí, más bien cocktail y platos livianos para que mis invitados puedan escuchar música en mi casa... siempre tengo una buena cantidad de invitados con los cuales podrás promover tu comida y tu restaurante. Si luego de algunas visitas veo que la acogida es buena estoy en condiciones de ofrecerte un arreglo económico para que vengas cada cierto tiempo a mi casa para deleitar nuestros paladares...”
Dejando de lado la respuesta, que me parece bien estructurada y sarcástica, detrás se esconde una gran realidad: todo el mundo entiende que para comer cualquier cosa en cualquier lugar hay que pagar pero no es lo mismo si en cualquier lugar te hacen pagar por escuchar cosa cualquiera. Y lo más sorprendente de todo, muchas veces nos vemos obligados a pagar por mal comer y negamos pagar por salir bien escuchados. Y esto no pasa sólo en restaurantes, lo podemos hacer extensivo a bares, locales y otros garitos que programan música.
Músicos que trabajan a cambio de cena y bebida, de 60 euros o poco más por todo el tiempo dedicado o como no, según vaya taquilla, que habitualmente siempre desvanece las expectativas que intuía la afluencia de público. Jóvenes que se quieren abrir paso en el mundo de la música y son explotados en concursos y festivales por doquier en los que bajo la gratuidad de su actuación esconden un proyecto de promoción de su trabajo posterior. Y a todo ello debemos añadir la nula seguridad de una vuelta al trabajo al día siguiente.
El problema es profundo: ¿para cuándo el trabajo de músico será considerado una profesión en este país como lo son la de un médico, un abogado o un electricista?. Queda mucho camino por recorrer, una enorme labor informativa y de difusión a realizar, muchos hábitos a cambiar.
I para que esto cambie es primordial, primero, que los músicos se hagan valorar. La contestación va en ese camino y en la línea correcta. Hasta que el colectivo no abandone trifulcas internas, guerras de precios y rechace ofertas que denigran la profesión, los demás seguirán aprovechándose. Más unión y menos individualismo.
Los músicos nunca aplaudirían una frase como “tú que eres cocinero, y vienes a la boda, por qué no cocinas un rato para todos nosotros”. No cometamos la misma equivocación con ellos, nos va mucho más que cuatro notas en un pentagrama escritas de forma más o menos correcta; nos va parte de nuestra cultura.
Salud
Totalment dacord, però la diferència és que una persona menja cada dia però no va a concerts cada dia (tant de bo!) i aquesta diferència, és el què fa que, en proporció, es valori més una feina que pot ser un art o un art que pot ser una feina. I també és cert que un músic novell o amateur el què vol actuar, tenir una oportunitat de compartir el que ha fet, a canvi de res o per pocs diners, doncs ni es mereix cobrar bé, ni ho acceptaria si té orgull. És la trista realitat d'un art que a vegades esdevé professió. El problema per mi és que els professionals no estem units i no hem sabut vehicular les nostres demandes.
ResponEliminaEl que passa és que les activitats creatives no estan gens valorades. A ningú se li ocorreria demanar-li a un electricista que ens posi un endoll gratis, per promocionar-se, però sembla la cosa més normal del món demanar-ho a músics, dibuixants, escriptors i altres gents de mal viure.
ResponEliminaMaravillosa reflexion. BRAVO. Ojalá no tengan que destruir la música para darse cuenta tarde de la tragedia...
ResponEliminaEl proceso de destrucción musical ya está muy avanzado. Ya partíamos en desvantaja con el reto de Europa y de ahí para abajo.
Eliminaque pena que este escrito en catalán porque no me entero de una papa...
ResponEliminaSi sigues bajando, verás que la mitad es en catalán y la otra mitad su correspondiente traducción al castellano.
EliminaCrec que cal diferenciar entre el músic professional i el simplement aficionat com distingirem entre el cuiner professional i un amic a qui li agrada cuinar ia més a més ho fa bé, al primer no se't passaria pel cap demanar-li que et ajudés amb un sopar de compromís amb els teus futurs sogres, al segon si.
ResponEliminaValora en upnews.es: Estoy agregado a un grupo de Facebook que bajo la denominación de "págame mi Actuación y no me cuenta tu vida" denuncia la situación laboral de los músicos. El último post del administrador son dos correos electrónicos en los que bajo una oferta laboral que ofend...
Benvingut al club del "Tu que ets informàtic, perquè no em treus tots els virus i em reinstal.les el windows (per la cara)?"
ResponEliminaTinc un cunyat que és arquitecte, el meu sogre és metge i el meu amic és pastisser. Per què a ells no els passa el mateix?
Como músico estoy totalmente de acuerdo con el post, no lo puedo estar más! Sin embargo es el problema de siempre... todo el colectivo de músicos tenemos que ponernos de acuerdo y no aceptar trabajos de este tipo (salvo que, evidentemente, quieras hacerle un favor personal al dueño del garito), pero siempre va a pasar que, si no aceptas tú, va a venir detrás el típico vendidillo que se baja los pantalones y ya estamos jodidos de nuevo...
ResponEliminaEn fin, compañero, mucha suerte en tu carrera musical y muchos éxitos! (y mucho ánimo ;) ) Saúdos dende a Galiza interior!
http://milesios.blogaliza.org
Et sobra raó... jo també formo part d'un col·lectiu artístic com és el dels pintors i em solidaritzo amb tu quan després de veure algun quadre realitzat per mi, em salten amb la frase... a veure quan em regales un quadre. Salut i que en el futur la sensibilitat ens dongui prou per a poder viure i seguir desenvolupant allò en el que creiem
ResponEliminaEstoy muy de acuerdo con el artículo, pero esto no lo vas a conseguir nunca. Yo toco en un grupo con mis amigos y antes que todo lo hacemos para pasarlo bien, así que a la hora de tocar, el pedir dinero queda un poco atrás. Con que nos llegue para la cena y la bebida casi nos conformamos si no esta muy lejos. También me gustaría que me pagaran una buena cantidad (razonable por otra parte) pero es bastante difícil y mas en estos tiempos. Y debes elegir entre cobrar poco o no tocar, y pues como he dicho que lo hacemos por placer casi siempre acabamos aceptando. Por lo tanto, al final lo importante es saber valorarse uno o el grupo y ponerse un precio, y no bajarse los pantalones. Quiero añadir que soy ingeniero informático, y se perfectamente lo que es que todo el mundo te pida las cosas por la patilla, y luego en el bar no te paguen ni una triste cerveza. He acabado mal con algunos “colegas” por negarme a hacerlo gratis. Pero como te digo, esto consiste en saber valorarse cada uno.
ResponEliminaUn saludo!
Esta situación sucede históricamente para los informáticos: "Arréglame esto gratis... pero si te gusta", "¿Cómo te voy a pagar, si solo tocas teclas?", "Instálame un Windows pirata... si tú no ganas nada". Lamentablemente no ha habido jamás el asociacionismo necesario para paliar esta situación por el bien común ("Yo voy a lo mio y punto").
ResponEliminaEspero de todo corazón que el gremio de los músicos consigáis ser más corporativistas y logréis protegeros ante el abuso generalizado.
Hola,
ResponEliminaDoncs ben mirat tens molta raó. En altres aspectes laborals de seguida haguessim vist que aquesta resposta era la adient. Quan l'he llegit me quedat molt sorprès.
Jo no soc músic, però toco la guitarra com a hobby desde fa bastants anys. Porto tota la vida composant i compartint la meva música de forma gratuita. Suposo que això es, en part, fruit de no ser un músic professional, per això que no tinc impediments en tocar gratis. No obstant entenc perfectament com s'ha de sentir un músic que sí es professional. I realment es una vergonya que això passi.
Salut i endavant amb aquest gran blog.
Lo que no voy a pagar son 200€ por una actuación de una persona que se hace llamar "músico" solo por que toca medianamente bien un instrumento y hace 4 versiones de música de otros autores.
ResponEliminaMi mujer cocina muy bien y no por ello es chef. Los músicos de talento no tienen problemas para vivir de su arte, los mediocres si, igual que los cocineros de a pie, tienen que malvivir en restaurantes que no son precisamente de lujo.
Un saludo
Muy bueno eso de publicar los correos sin un permiso escrito por la otra parte, si lo ve te empapela.
ResponEliminaSuerte
Deixeu-me dir que moltes vegades, la culpa és d'alguns músics.
ResponEliminaFa poc temps hem obert una empresa de sonoritzacions i espectacles i toquem una mica el tema del management.
Hem anat a algun local a oferir bolos i ens han dit que paguen el sopar (un bon sopar, això si...) i 50€.
Per músic? NO, en TOTAL!!! siguin els músics que siguin... Un o una orquestra simfònica! Només 50€.
I sabeu qué?? Tenen el calendari plé a tres mesos vista.
I com aquest cas, molts més!
La culpa és del local o del músic? No sigueu tontos! Si voleu ser valorats heu de començar per valorar-vos vosaltres mateixos! I ho dic també com a ex-music. Vaig plegar cansat de tocar per dos-mil peles.
SI NINGÚ TOQUÉS PER 15 EUROS, ELS LOCALS HAURIEN DE PAGAR MÉS!
Abans gratis -per un favor o de bon rotllo- que per menys de 60€/músic (mínim!!!).
DANIEL, hay mucho músico con mucho talento que no puede vivir de él. Y otra cosa, aceptarias que tu mujer, que no es chef, cocinara gratis? Pues eso....
Yo no creo que sea ni un problema cultural ni del país en sí, es un problema empresarial. Es decir, todo el negocio de la música está en manos de 4 grandes empresas (las discográficas "gordas"), que tienen un monopolio montado muy chulo y se dedican a exprimir a los artistas.
ResponEliminaEn otro orden de cosas, están los locales, sean bares o salas de conciertos. El mismo tío que te endosa un garrafón que podría matarte y te pega un buen sablazo, os escatima la paga a los músicos igual que se la debe escatimar a los camareros, cocineros, limpiadores...
El problema no es la música, el arte ni la cultura, es la pasta, quién la tiene y a quién se la da, y poco o nada tiene que ver con la dichosa "piratería" y demás chorradas que intentan vendernos para encubrir el problema.
Aplaudo, comparto la reflexi'on del post. Cada vwez son m'as los m'usicos que reclaman no pagar a los locales, que los epmpresarios les retengan y paguen la Seguridad Social y que haya organizaciones que DE VERDAD les representen y DEFIENDAN sus derechos. M'USICOS UNIDOS JAM'AS SER'AN VENCIDOS.
ResponElimina